La Universidad de Bath sigue desde hace tres años el rastro de miles de personas a través del sistema de conexión sin cables
Bluetooth, utilizado por casi todos los teléfonos móviles. Aunque la universidad asegura que no conoce la identidad de las personas que están siendo rastreadas, éstas no tienen conocimiento de que una gigantesca base de datos está almacenando información de sus movimientos. El rastreo forma parte de una investigación académica para conocer mejor los hábitos de la gente,...
Continuar leyendo